Sé amable de manera indiscriminada y realiza bellos actos sin sentido.
Se trata de un eslogan que esta difundiéndose bajo cuerda por todo el país.
Es un crudo día de invierno en San Francisco. Una mujer en un Honda rojo, con regalos de Navidad apilados en la parte trasera, llega hasta la cabina de peaje del puente de la bahía. “Pago el mío y el de los seis autos que vienen atrás”, dice con una sonrisa, entregando siete tickets de abono.
Uno tras otro, los seis conductores siguientes llegan a la cabina del peaje con sus dólares en la mano y se les dice: “Una señora que paso antes ya pagó su peaje. Que tenga un buen día.”
Resultó que la mujer del Honda había leído en una tarjeta pegada en la heladera de una amiga: “Sé amable de manera indiscriminada y realiza bellos actos sin sentido”. La frase al parecer la impacto y la copió.
Judy Foreman detectó la misma frase, pintada con aerosol en la pared de un depósito a kilómetros de su casa.
Después de dar vueltas al lugar durante varios días en su mente, decidió volver al lugar para copiarla. “Me pareció increíblemente bella –dijo, al explicar por que había empezado a escribirla al pie de todas sus cartas-, como un mensaje de lo alto.”
A su marido, Frank, la frase le gusto tanto que la puso en la pared del aula del colegio donde daba clases, una de cuyas alumnas era hija de una periodista local. La periodista la puso en el diario, admitiendo que le gustaba pero no sabía de donde había salido ni que significaba realmente.
A los dos días, oyó hablar de Anne Herbert. Delgada, rubia y de cuarenta años, Anne vive en Marin, uno de los diez condados más ricos del país, donde cuida casas y hace trabajos temporarios, con lo cual sale del paso. Anne acuno la frase, que desde varios días le daba vueltas en la cabeza, en un restaurante de Sausalito escribiéndola en una servilleta.
- ¡Es fabuloso! – le dijo un hombre sentado cerca de ella y la copio con esmero es su propia servilleta.
La idea es esa – afirma Anne. Si crees que de algo tiene que haber mas, hazlo al azar.
Entre sus fantasías se cuentan: (1) irrumpir en colegios de aspecto deprimente para pintar las aulas; (2) dejar comida caliente en mesas de cocina de la parte pobre de la ciudad: (3) deslizar dinero en el monedero de una anciana orgullosa o de quien sea que no se lo imagina, (4) ayudar o regalar, hacer atenciones pequeñas que mas da, nada perdemos y ganamos sentirnos bien.
Anne dice: “La amabilidad puede desarrollarse igual que la violencia” Solo que una esta de moda y la otra no.
Ahora, la frase esta difundiéndose en adhesivos, en las paredes, al pie de cartas y tarjetas comerciales. Y a medida que se difunda, va prosperando la visión de una bondad guerrillera.
En Pórtland, Oregon, un hombre podría llegar a deslizar una moneda en parquímetro de un extraño, justo a tiempo. Si no quieres esperar en la cola de un comercio, dale tu ticket a otra persona no lo tires, es sencillo y no cuesta nada.
En Patterson, Nueva Jersey, una docena de tulipanes podrían presentarse en una casa en ruinas y limpiarla de arriba abajo mientras los propietarios, unos ancianos frágiles, los miran aturdidos y sonrientes. En Chicago, un adolescente puede limpiar la vereda si siente el impulso de hacerlo. ¡Oh, que tanto! No mira nadie, piensa, y despeja también la vereda del vecino.
Es anarquía positiva, desorden, una dulzura perturbación.
Una mujer en Boston escribe “¡Feliz Navidad!” a los empleados en la parte posterior de sus cheques.
Un hombre de St. Louis, cuyo auto acababa de ser chocado desde atrás por una chica joven, la saluda y le dice “Es un raspón, no te preocupes.”
Los bellos actos sin sentido se propongan mientras mas se hagan. Un hombre planta narcisos a la orilla del camino mientras la camisa se le abulta con la brisa de los autos que pasan. En Seattle, un hombre crea su propio servicio de sanidad y recorre las montañas de cemento recogiendo basura en un carro de supermercado. En Atlanta, un hombre raspa los graffiti de un banco verde de plaza.
Dicen que nadie sonríe sin animarse un poco. Del mismo modo, no se puede poner en práctica una amabilidad indiscriminada sin sentir como si todos los problemas propios se hicieran mas leves solo porque el mundo se ha vuelto un lugar levemente mejor.
Y no se puede recibir sin sentido un shock, un impacto agradable. Si fueras uno de esos conductores de la hora pico que encontró pago su peaje, ¿Quién sabe que podrías haberte sentido impulsado a hacer por otra persona mas tarde? ¿Saludar a alguien en el cruce? ¿Sonreir a un empleado cansado? ¿O tal vez algo de más envergadura, más importante? Como todas las revoluciones, la bondad guerrillera empieza despacito, con una sola acción. Haga que sea la suya, la que revolucione el comienzo.
Lo importante es la acción, no el resultado de la acción. Debes hacer lo correcto. Tal vez no este dentro de tu tiempo que haya algún resultado. Pero eso no significa que debas dejar de hacer lo correcto. Tal vez nunca sepas cual es el resultado de tu acción. Mas si no haces nada, no habrá ningún resultado. Quizás nunca te enteres, pero hiciste lo correcto, y eso es lo importante.
GANDHI.
(Extraído Del Libro A 2nd Helping of Chicken Soup for the Soul.)
Traducción Cristina Sardoy “Otra taza de Chocolate caliente para el Alma."
Sección del Capitulo N° 1 DEL AMOR.
